lunes, 18 de febrero de 2013

B de Bernard y su máquina de intercambiar cuerpos


Un profesor universitario envejecido y feo llamado Gibb ha descubierto en la universidad una máquina de intercambio de cuerpos y quiere probarla con un chico llamado Steve, que cree que se va a beneficiar de capacidades y conocimientos de su profesor. Pero las intenciones de Gibbs son siniestras, puesto que quiere cambiar de mente con Steve para tener mejor apariencia y ser más joven. La cuenta de la operación se la quiere cargar a Steve, que si no paga puede entrar en prisión y todo, pero medita que si él se mete en su cuerpo tendría que pagarla él mismo, por lo cual tendría que atribuirla a su persona.

Analizando esta historia de transferencia de cuerpos, podemos recordar que ya Sócrates y Platón pensaban que cuerpo y alma estaban separados por tanto podían intercambiarse, lo contrario a lo que sucede con Aristóteles que tras reflexionar sobre las "esencias" de esos dos, llega a la conclusión que cuerpo y alma están unidos.

Esto pretende demostrar que la "identidad" realmente tiene más que ver con las características mentales que con las físicas. Si las cabinas, en lugar de enviar los atributos de Gibb a Steve, los dejasen intactos en el cuerpo original de Gibb, el pobre viejo sería doblemente desgraciado, pues acabaría arruinado física y económicamente tras el proceso.

1 comentario:

  1. Me parece un articulo muy interesante ya que relaciona hechos de la vida con los de la antigüedad.
    Alba Giron

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